miércoles, 16 de mayo de 2018


  En la literatura la identidad de un personaje se muestra a través de los distintos conceptos teóricos como la otredad, el doble y sus derivados y la ajenidad. A continuación se hablara de las características de estos conceptos y cómo son representados en la literatura.


  En primer lugar, un derivado del doble es el desdoblamiento que se produce cuando la dualidad se manifiesta en un solo ser, cuando dos personalidades o encarnaciones coexisten en un mismo individuo. El doblez puede tener relación con el bien y él mal, la necesidad de completitud o con la mezcla de hombre-animal.


   Por ejemplo, se puede encontrar en el mito del Andrógeno, que según cuenta, estos seres intentaron invadir el Monte Olimpo, lugar donde viven los dioses, y Zeus. Este mito daría explicación a la homosexualidad y heterosexualidad en la antigüedad ya que según el mito también habría andróginos compuestos por lo que serían dos varones y andróginos integrados por dos mujeres.


  Para apoyar tal teoría se suele aludir al mito del andrógino que el filósofo ateniense Platón explica en su obra El Banquete. Platón nos relata cómo en otro tiempo existía una clase particular de ser humano que se llamaba andrógino, este ser reunía en sí a los dos sexos: el sexo femenino y el sexo masculino. Contaban con cuatro brazos, cuatro piernas, dos rostros y una sola cabeza. Tales cuerpos resultaban muy vigorosos y concibieron la idea de combatir a los dioses. Zeus, entonces, planeó un medio para debilitar a los seres humanos: dividirlos en dos. Desde entonces los humanos tuvieron que caminar solo con dos piernas. Hecha esta división, cada mitad hace esfuerzos para encontrar a su otra mitad.


  También, se usa el “El diario de Adán y Eva” para justificar la búsqueda de otro par para completarse a uno mismo a partir de la perdida de Adán después de la muerte de Eva.
  En segundo término, se puede encontrar el doble en distintas novelas o poemas, donde el personaje puede ver a su otro yo reflejado en un espejo o cuadro. Un ejemplo claro es “El retrato de Dorian Grey”, que cuenta la historia de un hombre que después de ser dibujado en un retrato desea ser joven y bello para toda la eternidad y el cuadro empieza a absorber todo lo que el personaje no quería y envejece por él.  Finalmente empezó a odiar el cuadro porque representaba su verdadero “yo” y esto lo lleva a la locura hasta que finalmente acuchilla el retrato y se termina suicidando.  Por otro lado, hay un poema de Luis Borges que trata el tema del doble que se representa en el espejo:
“[…] ¿Por qué duplicas, misterioso hermano,
el movimiento de mi mano?
[…] Eres el otro yo de que habla el griego
y acechas desde siempre.”


  Por un lado, el doppelganger se trata de dos identidades diferentes, aunque iguales físicamente. Estas dos identidades pueden llevar al personaje a la locura e inclusive a matarse. Quienes rodean a estos individuos piensan que son uno solo, lo que lleva a equívocos o usurpación de identidad cómo se puede ver en el retrato de “William Willson”, cuando nadie le creía que él tenía un doble y que había tenido en enfrentamiento a la medianoche con un ser idéntico a él. No se termina de entender si eran una misma persona o era solo imaginación del personaje principal pero finalmente se termina matando a sí mismo: “Eso me pareció, digo, pero me equivocaba. Era mi antagonista, era Wilson quien se erguía ante mí, agonizante. Su máscara y su capa yacían en el suelo, donde las había arrojado. Cada hebra de su ropa, cada línea de los marcados y singulares rasgos de su cara ¡eran idénticos a los míos!
Era Wilson. Pero ya no se expresaba en susurros y hubiera podido imaginar que era yo mismo el que hablaba cuando dijo:
-Has vencido y me entrego. Pero a partir de ahora tú también estás muerto... muerto para el mundo, para el cielo y para la esperanza. ¡En mí existías... y observa esta imagen, que es la tuya, porque al matarme te has asesinado tú mismo!”
  Otro ejemplo es un poema de Alejandra Pizarnik que trata esta temática:
“ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada”         


  Por otro lado, la otredad es lo absolutamente otro, lo absolutamente desconocido que, por lo tanto, se teme. Como en el “Diario de Colón” cuando describe cómo eran los habitantes originarios de estas tierras, con otras costumbres, vestimentas y forma de comunicarse que eran muy distintas a las de los invasores. Esto se puede apreciar en la siguiente cita textual: “Mas me pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió […]”. También se da a entender el temor que le tienen los invasores a lo desconocido.


  Lo desconocido también se puede apreciar en el texto “El planeta de la  aventura I”, se ve cuando los conductores de la nave se sienten aliviados de no ser exploradores por el simple hecho de no tener que bajar a lo desconocido y enfrentarse a nuevas especies alejadas de su realidad.


  Por último, se encuentra la ajenidad, el descubrimiento de lo otro en el sí mismo, es decir, el desconocimiento o no reconocimiento de sí. Se ve en el momento en que el yo siente que lo que es le resulta ajeno. Como se puede ver en “Axolotl”: es un cuento que empieza con un hombre que va al acuario todos los días para ver los axolotl. Después de ir al acuario por muchos días él se transforma en el axolotl. Al principio él se siente fuera de lugar pero después se acostumbra y lo acepta: “ahora soy definitivamente un axolotl, y si pienso como un hombre es sólo porque todo axolotl piensa como un hombre dentro de su imagen de piedra rosa. Me parece que de todo esto alcancé a comunicarle algo en los primeros días, cuando yo era todavía él.” Esto también se puede relacionar con la metamorfosis ya que es un solo y mismo individuo (una sola y misma identidad) que existe bajo dos formas en dos o más espacios o tiempos distintos. La novela que trata sobre este concepto es “Metamorfosis” de Kafka que habla sobre un hombre que despierta en el cuerpo de un insecto pero sigue teniendo los mismo pensamientos que un humano que a pesar de todo lo que está sucediendo él se sigue preocupando porque va a llegar tarde al trabajo.
  En conclusión, con todo lo desarrollado en este informe podemos ver como los autores de estas novelas y cuentos fueron usando los distintos conceptos literarios en sus personajes y así formando diversas historias.


 BIBLIOGRAFÍA
BORGES, Jorge Luis (1975). “Al espejo”, en su La rosa profunda. Buenos Aires: Emecé.
CORTÁZAR, Julio (1984) “Axolotl”, Final del juego, Sudamericana, Buenos Aires.
CRISTOBAL, Colón (1492) Diario de Colón. Libro de la primera navegación.
KAFKA, Franz (1982) La metamorfosis, Buenos Aires, Orión.
PIZARNIK, Alejandra (1962) Árbol de Diana, Buenos Aires.
PLATÓN (1989) El banquete, Madrid, Alianza.
POE, Edgar Allan (1977) “William Wilson”, Cuentos completos, Alianza, Madrid.
TWAIN, Mark (1999) Diario de Adán y Eva, Corregidor, Buenos Aires.
VANCE, Jack (1986) El planeta de la aventura I, Barcelona, Ultramar.
WILDE, Oscar (2004). El retrato de Dorian Gray, Anaya, Buenos Aires.

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