En la literatura la identidad de un personaje se muestra a través de los
distintos conceptos teóricos como la otredad, el doble y sus derivados y la
ajenidad. A continuación se hablara de las características de estos conceptos y
cómo son representados en la literatura.
En primer lugar, un derivado del doble es el desdoblamiento que se
produce cuando la dualidad se manifiesta en un solo ser, cuando dos
personalidades o encarnaciones coexisten en un mismo individuo. El doblez puede
tener relación con el bien y él mal, la necesidad de completitud o con la
mezcla de hombre-animal.
Por ejemplo, se puede encontrar
en el mito del Andrógeno, que según cuenta, estos seres intentaron invadir el
Monte Olimpo, lugar donde viven los dioses, y Zeus. Este mito daría explicación
a la homosexualidad y heterosexualidad en la antigüedad ya que según el mito
también habría andróginos compuestos por lo que serían dos varones y andróginos
integrados por dos mujeres.
Para apoyar tal teoría se suele aludir al mito del andrógino que el
filósofo ateniense Platón explica en su obra El Banquete. Platón nos relata
cómo en otro tiempo existía una clase particular de ser humano que se llamaba
andrógino, este ser reunía en sí a los dos sexos: el sexo femenino y el sexo
masculino. Contaban con cuatro brazos, cuatro piernas, dos rostros y una sola
cabeza. Tales cuerpos resultaban muy vigorosos y concibieron la idea de
combatir a los dioses. Zeus, entonces, planeó un medio para debilitar a los
seres humanos: dividirlos en dos. Desde entonces los humanos tuvieron que
caminar solo con dos piernas. Hecha esta división, cada mitad hace esfuerzos
para encontrar a su otra mitad.
También,
se usa el “El diario de Adán y Eva” para justificar la búsqueda de otro par
para completarse a uno mismo a partir de la perdida de Adán después de la
muerte de Eva.
En segundo término, se puede encontrar el doble en distintas novelas o
poemas, donde el personaje puede ver a su otro yo reflejado en un espejo o
cuadro. Un ejemplo claro es “El retrato de Dorian Grey”, que cuenta la historia
de un hombre que después de ser dibujado en un retrato desea ser joven y bello
para toda la eternidad y el cuadro empieza a absorber todo lo que el personaje
no quería y envejece por él. Finalmente empezó
a odiar el cuadro porque representaba su verdadero “yo” y esto lo lleva a la locura
hasta que finalmente acuchilla el retrato y se termina suicidando. Por otro lado, hay un poema de Luis Borges que
trata el tema del doble que se representa en el espejo:
“[…] ¿Por qué duplicas,
misterioso hermano,
el movimiento de mi mano?
[…] Eres el otro yo de que habla
el griego
y acechas desde siempre.”
Por un
lado, el doppelganger se trata de dos identidades diferentes, aunque iguales
físicamente. Estas dos identidades pueden llevar al personaje a la locura e inclusive
a matarse. Quienes rodean a estos individuos piensan que son uno solo, lo que
lleva a equívocos o usurpación de identidad cómo se puede ver en el retrato de “William
Willson”, cuando nadie le creía que él tenía un doble y que había tenido en enfrentamiento
a la medianoche con un ser idéntico a él. No se termina de entender si eran una
misma persona o era solo imaginación del personaje principal pero finalmente se
termina matando a sí mismo: “Eso me pareció, digo, pero me equivocaba. Era mi
antagonista, era Wilson quien se erguía ante mí, agonizante. Su máscara y su
capa yacían en el suelo, donde las había arrojado. Cada hebra de su ropa, cada
línea de los marcados y singulares rasgos de su cara ¡eran idénticos a los
míos!
Era Wilson. Pero ya no se
expresaba en susurros y hubiera podido imaginar que era yo mismo el que hablaba
cuando dijo:
-Has vencido y me entrego. Pero a
partir de ahora tú también estás muerto... muerto para el mundo, para el cielo
y para la esperanza. ¡En mí existías... y observa esta imagen, que es la tuya,
porque al matarme te has asesinado tú mismo!”
Otro
ejemplo es un poema de Alejandra Pizarnik que trata esta temática:
“ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada”
Por otro lado, la otredad es lo absolutamente otro, lo absolutamente
desconocido que, por lo tanto, se teme. Como en el “Diario de Colón” cuando
describe cómo eran los habitantes originarios de estas tierras, con otras
costumbres, vestimentas y forma de comunicarse que eran muy distintas a las de
los invasores. Esto se puede apreciar en la siguiente cita textual: “Mas me
pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su
madre los parió […]”. También se da a entender el temor que le tienen los
invasores a lo desconocido.
Lo desconocido también se puede apreciar en el texto “El planeta de
la aventura I”, se ve cuando los
conductores de la nave se sienten aliviados de no ser exploradores por el
simple hecho de no tener que bajar a lo desconocido y enfrentarse a nuevas
especies alejadas de su realidad.
Por último, se encuentra la ajenidad, el descubrimiento de lo otro en el
sí mismo, es decir, el desconocimiento o no reconocimiento de sí. Se ve en el
momento en que el yo siente que lo que es le resulta ajeno. Como se puede ver
en “Axolotl”: es un cuento que empieza con un hombre que va al acuario todos
los días para ver los axolotl. Después de ir al acuario por muchos días él se
transforma en el axolotl. Al principio él se siente fuera de lugar pero después
se acostumbra y lo acepta: “ahora soy definitivamente un axolotl, y si pienso
como un hombre es sólo porque todo axolotl piensa como un hombre dentro de su
imagen de piedra rosa. Me parece que de todo esto alcancé a comunicarle algo en
los primeros días, cuando yo era todavía él.” Esto también se puede relacionar
con la metamorfosis ya que es un solo
y mismo individuo (una sola y misma identidad) que existe bajo dos formas en
dos o más espacios o tiempos distintos. La novela que trata sobre este concepto
es “Metamorfosis” de Kafka que habla sobre un hombre que despierta en el cuerpo
de un insecto pero sigue teniendo los mismo pensamientos que un humano que a
pesar de todo lo que está sucediendo él se sigue preocupando porque va a llegar
tarde al trabajo.
En conclusión, con todo lo desarrollado en este informe podemos ver como los autores de estas novelas y cuentos fueron usando los distintos conceptos literarios en sus personajes y así formando diversas historias.BIBLIOGRAFÍA
BORGES, Jorge Luis (1975). “Al espejo”, en su La rosa profunda. Buenos Aires: Emecé.
CORTÁZAR, Julio (1984) “Axolotl”, Final del juego, Sudamericana, Buenos Aires.
CRISTOBAL, Colón (1492) Diario de Colón. Libro de la primera navegación.
KAFKA, Franz (1982) La metamorfosis, Buenos Aires, Orión.
PIZARNIK, Alejandra (1962) Árbol de Diana, Buenos Aires.
PLATÓN (1989) El banquete, Madrid, Alianza.
POE, Edgar Allan (1977) “William Wilson”, Cuentos completos, Alianza, Madrid.
TWAIN, Mark (1999) Diario de Adán y Eva, Corregidor, Buenos Aires.
VANCE, Jack (1986) El planeta de la aventura I, Barcelona, Ultramar.
WILDE, Oscar (2004). El retrato de Dorian Gray, Anaya, Buenos Aires.
Mucho mejor, Indiana. Buen trabajo.
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